Hace unos cuantos días, leía en el blog de Meritxell Falgueras un post acerca de las caudalías que dura un beso. Las caudalías son los segundos que dura el postgusto de un vino, más o menos. Me parece de lo más bonito, y digamos de lo mejor pensado, de la relación entre el vino y las cosas de la vida. No quiero quitarle protagonismo a Meritxell, ya que como he dicho es la autora de este pensamiento, pero estimados amigos os invito reflexionar sobre ello, y sobre los besos y los vinos que os han resultado inolvidables, yo he bebido mucho y he besado poco pero llego a la conclusión de que mi cerebro es capaz de olvidar el sabor de los vinos aunque los haya bebido hace muy poco tiempo pero no puede olvidar el primer beso, beso de caudalías eternas que aun perduran.
Gracias a los grandes enólogos por crear los grandes vinos, pero algo tendréis que aprender de mi mujer para poder crear un vino cuyo recuerdo permanezca por más de 25 años.
He intentado subir un vídeo, bueno sólo la música, de El Arrebato con Vanessa Martín, "Durmiendo en tu ombligo", que es la canción que me ha cautivado hoy y que la desconocía, y que me ha puesto tan blandito. Pero soy muy malo con la informática así que os pongo el enlace para que la podáis oir:
http://www.youtube.com/watch?v=kH_EkLLM9a4&feature=related
guau, me has emocionado, sigue así.
ResponderEliminarme haces pensar lo importante que es el recuerdo.
25 años de amor es solo el principio de lo que aun te queda por memorizar, de besos, abrazos, miradas, suspiros y secretos...