miércoles, 28 de julio de 2010

LOS TOROS Y EL CAVA


Estoy esperando al primer gilipollas que me diga que no compra cava porque "ellos" han prohibido la fiesta de los toros. Se ve que los máximos culpables de todo lo que pasa en Cataluña son los viticultores del cava.

Vamos a situarnos, durante toda mi vida laboral he estado trabajando para una entidad catalana, y tan contento, ahora me relaciono con muchas más empresas catalanas, y tan contento, veraneo en Cataluña, y tan contento, veo el telediario o el parte o las noticias o como lo queramos llamar, y ya no estoy tan contento. Son cuatro, pero nuestra legislación actual y nuestros medios de comunicación, les dan tanta importancia como si fuesen cuatro mil millones.

He sido muy aficionado a los toros, me he desplazado por muchos sitios, incluida Cataluña para ver una corrida de toros, ahora no lo soy tanto, pero ni reniego ni renegaré nunca de ser taurino, para que los toros vayan despareciendo no hace falta que lo diga el ¨Parlament", los toros estaban muriendo solos por la excesiva mentira que los rodea, y esto necesitaría mucho tiempo para explicarlo y no es el sitio, pero lo que ha pasado hoy y lo que va a seguir pasando estos días me pone de muy mala leche. El toro, como animal, desaparecerá en el momento en que los "presuntos ecologistas", se nos suban del todo a las barbas y acaben con las corridas y festejos taurinos en toda España, y llegará, y tendremos el primer toro aburrido en el Zoo de Barcelona, cual Copito de Nieve, pobre Copito y pobre toro.

Lo siguiente creo que será la paella, en Cataluña suena muy español, y quién lleve un vestido de lunares se va a llevar unas hostias monumentales, tenemos que respetarles y ellos no respetan a nadie (siempre que digo ellos son aquellos exacerbados catalanes, normalmente de familia de origen andaluz o aragonés), exigen que respetemos sus tradiciones, la sardana, baile de moda, los castellers con "l´enxaneta", que no es sino el niño de poca edad que se sube arriba del castillo y que se pega unos hostiones de categoría, el "pa amb tomàquet", que es el pan con tomate de toda la vida, y pocos inventos más catalanes, pues bien , aunque lo haya expresado así los respeto, y algunas de las cosas hasta las disfruto, pero vamos a ser ecuánimes, yo también quiero que se respete lo nuestro.

Bueno que me enrrollo, quiero seguir teniendo amigos catalanes, e incluso seguidores de este blog (va por tí Pep), quiero seguir veraneando y gastando en Cataluña, y sobre todo y a ser posible que me siga pagando mi empresa catalana.

¡Brindo por ello con una copa de buen cava (catalán por supuesto)!

¡Salut!

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