Las tiendas de vino, enotecas, vinotecas, y demás sinónimos son lugares que montan perfectos gilipollas pensando que la gente bebe vino. Y la gente no bebe vino, habla de vino, y le gusta hablar tanto que hasta parece que beben, y así los perfectos gilipollas caen en la trampa y deciden que la tienda de vino es el negocio del siglo.
En lo alto de esta pirámide, y esto ya lo comenté en otro post anterior, están los que superan a los perfectos gilipollas, que son los superlativos gilipollas, que son aquellos que sin tener nunca nada que ver con el negocio del vino, es decir empresarios de mayor o menor prestigio y celebridades varias, van y montan una bodega. esto ya es la polla, porque van a tener que convencer a los perfectos gilipollas y a otras personas intermedias que son los que montan una distribuidora, y que están en medio de los dos, el calificativo de estas personas intermedias, podría ser gilipollas a secas, pero estos compran el vino por palets, con lo cual cada vez que compran, compran un palet de gilipolleces.
¿ Y a qué viene todo esto?, pues a que las tiendas de vino son una especie en estado de extinción, es más creo que deberían de estar protegidas. Protegidas por quién, pues fundamentalmente por todo aquel que pretenda que su vino sea vendido en una de ellas, sino es así su producción dormirá en las bodegas, ya que lo que se impone es la venta por internet donde normalmente no tienen del vino más que la foto, es decir un negocio virtual, que no, que no me meto con ese negocio, que es lícito y en algunos casos necesario para aquellas poblaciones que no disponen de tienda especializada, pero donde esté el poder ver, tocar, preguntar, probar, etc... que se quiten las web.
Pero bueno que le vamos a hacer, el gilipollas que les escribe es feliz con su vinatería, y me imagino que el resto de mis compañeros en sus tiendas también lo serán, los que seguro que no lo son, son aquellos que se han dejado su pasta, e incluso han jodido la pasta a los demás, con sus lujosas tiendas de vino, que en este caso se suelen llamar enotecas, y que se creen que todo aquel que habla de vino, bebe vino. En este caso suelen colgar carteles en sus tiendas cerradas en los que se lee.
CERRADO POR EXTINCIÓN
Amen Toño. Saludos desde Navaleno. Un abrazo, Diego.
ResponderEliminarAlgun vinico de esa estanteria me abría yo ahora mismo ;D.
ResponderEliminarUn abrazo Toño!
muy bueno, realmente y desgraciadamente el comercio funciona así, todo el mundo "entiende" de vinos, desgraciadamente creen que el más caro o más propaganda tiene es el mejor (sabemos por experiencia que no siempre es así), no entienden que donde esté el trato personal de gente como vosotros que conoce toda la "magia" del nectar de una humilde uva no nos lo ofreceran en tiendas de superlujo con "barbis" que te miran por encima de hombro si no vas superbarbi.
ResponderEliminarcon cariño