ADJUNTO TEXTUALMENTE LO QUE ME HE ENCONTRADO SOBRE ESTE VINO, EN LA PAGINA http://www.weirdo.es/?p=696, UNA DE LAS NOTAS DE CATA MAS BONITAS QUE HE LEIDO EN MI VIDA, ES ARTE Y POESIA, ES SENTIMIENTO Y CREO QUE DESCRIBE FIELMENTE LO QUE ESTE VINO ES. ME ALEGRO DE POSEER 7 DE ESTAS BOTELLAS EN MI VINATERIA, NO SE SI VENDERLAS O PONERLAS EN UN ALTAR, BUENO PERDÓN EN UN ALTAR YA HA ESTADO YA QUE HA SIDO EL VINO CON EL QUE MI HIJA Y SUS OTROS NUEVE COMPAÑEROS HAN TOMADO SU PRIMERA COMUNION, VINO IMPORTANTE PARA UNO DE LOS DIAS MAS IMPORTANTES DE MI HIJA.
HA OLVIDADO DECIR QUE SOLO EXISTE UNA BARRICA POR LO QUE LAS BOTELLAS SON LIMITADÍSIMAS, Y TAMBIEN QUE ES EL VINO CON MAYOR PUNTUACIÓN EN LA GUÍA PEÑÍN 2009, CON 99 PUNTOS , TAN RACANO COMO DICE DE PARKER, FALTO 1 PUNTO QUE SEGURAMENTE LO GANARÁ CON EL TIEMPO.
Me siento orgulloso de ser rondeño, malagueño, andaluz y español por vinos como este. Sólo soy nacionalista cuando detrás hay un algo así, aunque no lo soy por motivos patriotas, sino sencillamente por emociones encontradas. Uno de los dulces más sorprendentes que he probado nunca, sugerentemente adictivo, 544 gramos de azúcar residual que intrigantemente se convierten en frescura y alegría.
Aromas que evocan a una vendimia de comienzos de otoño, a hojas caídas ligeramente impregnadas por el caramelo resultante de cada uva, de cada pasa. Camina por el dulzor pero nunca se hace empalagoso, solo peligrosamente adictivo. Visionalmente mágico y grandioso.
De densidad asiropada y naturaleza gelatinosa, con un rastro permanentemente frutal, de melocotones y albaricoques maduros, pomelo rosa y compota de papaya; recuerda al paso de una romería andaluza, a hierbas tostadas: romero y tomillo. Una obra de arte que es como un néctar de miel, como nadar sobre piedras líquidas. Termina (¿realmente acaba?) con toques de melaza y mermelada de naranja amarga.
Prodigiosa su textura untuosa y su amplitud suculenta, su roce con la lengua es una explosión de polen primaveral, una perfecta sinfonía de sonidos y sensaciones. Armonioso, vigoroso y delicioso.
Vino que ha fermentado solo parcialmente durante los 24 meses que realiza la crianza en barricas y que dejan al vino solo con 4% alc. Huraño estuvo Parker con sus 99 puntos, a pesar de ser una nota solo al alcance de los mejores vinos del mundo, sin duda hubiera merecido ese último punto.
Mi agradecimiento eterno a la familia Ordóñez, un apellido así es sinónimo de pellizco y arte.
Aromas que evocan a una vendimia de comienzos de otoño, a hojas caídas ligeramente impregnadas por el caramelo resultante de cada uva, de cada pasa. Camina por el dulzor pero nunca se hace empalagoso, solo peligrosamente adictivo. Visionalmente mágico y grandioso.
De densidad asiropada y naturaleza gelatinosa, con un rastro permanentemente frutal, de melocotones y albaricoques maduros, pomelo rosa y compota de papaya; recuerda al paso de una romería andaluza, a hierbas tostadas: romero y tomillo. Una obra de arte que es como un néctar de miel, como nadar sobre piedras líquidas. Termina (¿realmente acaba?) con toques de melaza y mermelada de naranja amarga.
Prodigiosa su textura untuosa y su amplitud suculenta, su roce con la lengua es una explosión de polen primaveral, una perfecta sinfonía de sonidos y sensaciones. Armonioso, vigoroso y delicioso.
Vino que ha fermentado solo parcialmente durante los 24 meses que realiza la crianza en barricas y que dejan al vino solo con 4% alc. Huraño estuvo Parker con sus 99 puntos, a pesar de ser una nota solo al alcance de los mejores vinos del mundo, sin duda hubiera merecido ese último punto.
Mi agradecimiento eterno a la familia Ordóñez, un apellido así es sinónimo de pellizco y arte.
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