En el día de hoy, publica El Periódico de Aragón, que en la toma de posesión de los nuevos consejeros del Gobierno de Aragón se ha brindado con agua. Una perfecta gilipollez.
No sé si se pretende dar sensación de austeridad, de ahorro, o de por dónde van a ir los tiros, pero desde luego el maltrecho sector del vino, al que pertenezco, no aplauidimos esta decisión, como comprenderán.
No me gusta la política, y a su vez reconozco que es muy difícil ser político, y que cualquiera como yo, ponga en tela de juicio cualquier actuación o decisión, pero es que esto me ha tocado la fibra.
Por ejemplo, me gustaría saber si el agua era del grifo, en cuyo caso, dudaría si aplauidir o no, o de las embotelladas caras, en cuyo caso montaría en cólera, ya que por el mismo precio se pueden empezar a encontrar vinos dignísimos, e incluso algún cava, que estarán conmigo, nadie hubiese puesto el grito en el cielo si se hubiese brindado con ellos.
Esperemos que este brindis a la galería, sea el mayor de los errores a cometer en la presente legislatura, y asímismo espero que en las próximas apariciones públicas tengan la deferencia de brindar con cualquiera de los caldos de cualquiera de las inmejorables bodegas que pueblan la geografía aragonesa, y si no quieren hacer publicidad de ninguna bodega concreta., con los dignísimos vinos genéricos que elaboran las distintas denominaciones de origen aragonesas.
Además acabo de leer que brindar con agua trae mala suerte. El vino es fruto del esfuerzo de los hombres. El agua, sin embargo, se obtiene con facilidad. Si no bebes vino, no brindes con tus amigos, porque no eres partícipe del esfuerzo colectivo.
Desde aquí brindo con una copita de vino aragonés:
¡Salud y suerte para todos!