¡Vaya día que llevo!. ¡Vaya mierda de tienda que tengo!. No tengo Viña Ardanza, no tengo Viña Pomal, no tengo Marques de Cáceres, no tengo....., no, no tengo. Sólo hemos trabajado cerca de 3.000 referencias en seis años, casi todas españolas, y todavía hay quién se siente defraudado porque no tengo esos vinos. Yo personalmente no tengo nada contra ellos (contra los vinos me refiero), contra quién se queda anclado quizás sí. Yo bebía algunos de estos vinos hace 20 años, no puedo renegar del pasado pero que quieren que les diga, estamos en uno de los sectores donde últimamente más se ha avanzado e invertido, pero por lo que se vé esto no importa.
Hoy no creo que nadie se compre un coche sin ABS, ni sin dirección asistida, ni con las últimas medidas de seguridad, pero en el vino lo viejo para ellos es lo mejor, los tufillos a barrica sucia, la inexistente fruta, la presencia de botella del siglo XV,...
Yo me quedo flipao, voy a restaurantes donde se come cogote de no se qué con espuma de maracuyá y aroma de trufa blanca de la conchinchina sobre cama de cebolla caramelizada..., ¿y de vino?, pues tiene usted Viña Ardanza, Viña Pomal, Marqués de Cáceres,... . ¡Pues vayasé a tomar por culo!, y la gente sigue impasible ante esto. Honrado sería cocina antigua, vinos antiguos, pero no, lo importante es poner espumas y no se qué cojones más,¿ y vino?, el que sea, los de siempre que si no no los conoce la gente, ¿y que pasa, que la gelatina de ruibarbo la están demandando a diario?. Lo que hay es una falta impresionante de formación en el tema vino, o mejor dicho de afición, hay mucho tontolaba pululando por los restaurantes creyéndose Adría y no han bebido un buen vino en su vida.
En la vida ha habido tan buen vino como hay ahora, muchos, muchos grandes vinos, y muchos de ellos a un precio increíble, y voy a seguir ofreciéndolos, buscándolos, trayéndolos, compartiéndolos, y por supuesto vendiéndolos, pero con la conciencia tranquila de estar haciendo un trabajo que mis clientes me están agradeciendo.