DÍA DE VENDIMIA

Los días de vendímia en mi casa siempre han sido días de alegría. Las uvas todo un año colgando en la cepa, hasta que mi padre decidía el día en que habían de ser cortadas. Aquel día empezaban a aparecer sus amigos, en la viña, con el gabinete dispuesto a cortar y el cunacho dispuesto a recibir los racimos.

Esta ha sido la tercera vendímia sin mi padre, hoy la fecha la pongo yo, pero ha quedado algo del espíritu de mi padre, que nadie lo podría pagar por mucho dinero que tenga, y es que en la fecha marcada y como por arte de magia, los amigos de mi padre siguen apareciendo en la viña con los mismos gabinetes y los mimos cunachos para la faena. A estos, afortunadamente se van uniendo amigos míos, que están alucinados con la mágia de este día, y alucinados de la fortaleza de gentes de edades que superan incluso los 80 años, este año Jesús "El Picoto" era el vendimiador de mayor edad con 81 años, 81 años de campo y de labores, con una fortaleza digna de envidiar. Además para ellos no hay excusa de enfermedad, ni de dolencia, o están en el hospital o no hay excusa para no estar en la viña, este año hemos echado de menos a Roberto que esperemos se recupere pronto.

Y despues de la faena, escasa para tantas manos que ayudan, el merecido almuerzo, cabeza de tocinoa asada (4), y dos garrafas del vino familiar, y con ello nos vamos cantando, y recordando todos a quién nos hizo juntarnos vendimia tras vendimia, que estoy seguro que estará orgulloso de los amigos que supo hacer.

En las fotos sus amigos: Daniel "El Zopenco", Jesús "El Picoto", Miguel "El Hormiga", Teodoro, Luis " El Sibirón", Jesús "El Poldo", Mario, Germán "El Borrajas", Jesús , Joaquín...

y otros que por causas justificadas no aparecen Roberto, Jésús, Saniago "El Castillico", "El Maestrico", etc..

Y a mis amigos Bochi, Luis Miguel,Ernesto, Miguel Angel, Félix, Michel, Alberto, Jóse,etc...

Y a los que se quedan en bodega Angel, Luis y Manolo.

Nos vemos el próximo Octubre, con el mismo gabinete en la mano. Gracias.

EL VINO PERFECTO

Estoy buscando el vino perfecto.

Lo estoy buscando para compartirlo con la persona que más quiero.

La busqueda no es fácil, como no lo es nada que es importante en la vida. Lo estoy buscando y creo que estarán de acuerdo conmigo en que más que probablemente lo voy a encontrar proviniente de las cepas que han sabido sobreponerse a todos los duros avatares de su vida, a los rigores de los más duros inviernos, a los calores extremos de los más cálidos veranos y a las plagas que las hayan atacado en ciertos momentos desde su plantado.

Una vez repuestas de todo esto, estas cepas sabias, pacientes y duras florecerán una primavera para dar su mejor fruto, y este se transformará en el vino perfecto, aquel que busco y por el cual estoy dispuesto a esperar.

Pero como les pasó a esas cepas habrá que pasar por momentos duros en este periodo de espera, merecerá la pena, el premio es seguro: tomar el vino perfecto con la mujer más extraordinaria del mundo.